Realizar talleres de teatro escolar resulta una herramienta útil para la formación de los niños, ya que a través de éstos es posible que los jóvenes desarrollen variados aspectos de su vida.
El participar en un taller de teatro no sólo estimula el lado artístico de los estudiantes, sino que contribuye al desarrollo de la personalidad, y de esta manera logra repercutir en las relaciones interpersonales existentes entre ellos, ya que al mejorar su capacidad de expresar emociones sin temor al ridículo o al "qué dirán", los niños y adolescentes se atreven a a compartir con sus pares sin miedo, y logran mejorar la socialización con su entorno.
Quisiera compartir una experiencia personal que viene a mi memoria justo ahora, ya que aproximadamente en este tiempo (pero el año pasado) estrené una obra teatral con un grupo de jóvenes pertenecientes al Colegio Gandhi.
La puesta en escena fue el fruto de un arduo semestre de trabajo intenso, en donde lo fundamental para mí fue trabajar la expresión corporal y vocal de los alumnos, utilizando técnicas de relajación y respiración, para conseguir una adecuada postura física, además de una correcta modulación, dicción y proyección de la voz.
El trabajo realizado culminó con el montaje y la puesta en escena de una obra, la que resultó todo un éxito y significó una experiencia muy enriquecedora para los estudiantes. Sin embargo, lo más importante del taller no fue la obra estrenada, sino el proceso que vivieron los jóvenes, ya que el trabajo que realizamos se vio reflejado en muchos aspectos de la vida de éstos.
Los objetivos principales de este taller, eran lograr que los jóvenes desarrollen su expresión corporal y mejoren su modulación. Considero que estos objetivos se cumplieron y se vieron reflejados en el diario vivir de los estudiantes, ya que sus propios padres percibieron un notorio cambio en la personalidad de sus hijos, los cuales se volvieron más extrovertidos y comenzaron a demostrar sin temor sus emociones.
Además, el taller sirvió como motivación para que los jóvenes se preocuparan por obtener buenas calificaciones, ya que como condición para continuar en el taller se les exigió no tener notas deficientes. (Esto fue un común acuerdo de los apoderados y yo lo acepté con gusto).
Por otra parte, la meta de mi trabajo consistía en lograr realizar el montaje y la puesta en escena de una obra de teatro en la que todos los integrantes del taller participaran y pudieran comprender las distintas etapas que se viven antes de presentar una obra en escena. Este objetivo al igual que los anteriores, se cumplió satisfactoriamente.
Personalmente, creo que se cumplieron más de los objetivos que yo esperaba, ya que nunca tomé en consideración los fuertes lazos de amistad que se formaron dentro del grupo y la capacidad de liderazgo que todos desarrollaron (a pesar de que muchos jamás habían incursionado en este campo).
Por las demostraciones de cariño que los integrantes del taller tuvieron conmigo, creo que el taller de teatro fue muy importante para ellos y logró despertar su interés por las artes escénicas, lo que me dejó contenta y satisfecha por el trabajo realizado.
....y por supuesto, con ganas de repetir esta bella experiencia!
Como ya ven, el teatro no es sólo la representación de un texto dramático sobre un escenario; es más que eso! es utilizar la expresión corporal y vocal para liberar tensiones, expresar sentimientos, canalizar energía y dejarse llevar por la magia de los elementos escénicos.
He aquí algunas fotos de mis niños del Taller de Teatro Escolar del Colegio Gandhi "TEGANA".... se les recuerda con cariño y algo de nostalgia.
